Tres hábitos invisibles que aumentan la productividad de lideres y empresarios exitosos.

Descubra 3 hábitos silenciosos que grandes lideres aplican para elevar su productividad sin sacrificar su tiempo ni su enfoque.

En miles de climas laborales ya están establecidos protocolos y procesos laborales y ejecutivos que están pensados y diseñados para el desarrollo de la actividad económica de la compañía; lo impresionante es que están a veces tan bien pensados que son protocolos casi que aprueba de fallos.

Es fácil, ya que con el conocimiento técnico adquirido previamente y con la correcta capacitación una persona podría desempañar cargos de responsabilidad gerencial.

Sin embargo, existen diferencias entre una persona o emprendedor “normal” y una persona o emprendedor que ya desarrolló hábitos silenciosos. La diferencia entre un emprendedor promedio y un empresario extraordinario radica en los resultados obtenidos, realmente los resultados son los que definen cualquier periodo eficaz o desordenado y falto de gestión.

A continuación, mencionaré tres atributos de emprendedores que desarrollaron habilidades en las cuales basaron y cimentaron estructuras solidas.

Aprenda a decir “no” sin sentirse culpable para proteger su tiempo.

Muchos emprendedores después de familiarizarse con la frustración aprenden que desarrollar todos los oficios de su emprendimiento desgasta y desordena.

Aprenda a decir no a clientes complicados, reuniones innecesarias, ideas que no suman, pensamientos tóxicos. Desarrollar este hábito invisible le servirá para mantener su enfoque y no malgastar su energía.

Ponga límites con elegancia y al mismo tiempo con firmeza.

Observe más de lo que habla.

El hecho de aprender a callar es un arte, según el temperamento que usted tenga le será más fácil o más difícil desarrollar esta habilidad.

Muchos empresarios exitosos aprenden a quedarse callados cuando visitan a un cliente, o cuando escuchan a un colaborador, o cuando están revisando resultados de productividad de su equipo.

Tenga en cuenta que lo que usted diga puede ayudar a edificar o destruir a alguien.

Le sugiero que antes de llegar a una conclusión sobre alguien o algo, salga a caminar 10 minutos antes de tomar una decisión difícil, revise los números de su área, tómese un café a solas para pensar.

Seguramente encontrará el camino o la manera de sacar el potencial de un equipo, persona o negocio antes de decir lo que su impulso o emoción le dicte.

Callar no es pasividad, es estrategia.

Resuelva primero lo incomodo, aunque no tenga ganas.

Tome la costumbre de enfrentar primero “lo que más duele”. Una conversación difícil, un error costoso, un cliente molesto, una deuda por resolver.

No lo postergue, la mejor idea es no aplazarlo, los emprendedores exitosos saben que el hecho de tratar estos temas libera energía mental y a la vez evita que el problema siga creciendo en silencio.

Esto no se trata de productividad de una manera visible, es productividad invisible, se trata de poder organizar el camino y avanzar más liviano.

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